Hace mucho tiempo existió un gran filósofo y escritor llamado Hermes Trismegisto, término ue se traduciría hoy en día xomo “tres veces el grande”. Un rey de tiempos antiguos que también era un filósofo quien mantenía, por encima de todo, que la realidad tiene fundamentos presentes en toda la religión. Cada religión y escuela filosófica, decía Hermes Trismegisto, es la misma en naturaleza. Publicó los principios de la vida en un texto llamado “el Kybalión”.
El Kybalión es un documento que se ha utilizado a través de la historia y que ha tenido una gran importancia para grandes diplomáticos y maestros en todas las religiones, desde el cristianismo hasta el ocultismo. En la época del renacimiento muchos filósofos basaron sus pensamientos en él. El Kybalión, nos da las enseñanzas del hermetismo, la filosofía fundada por Hermes Trismegisto, en siete principios esenciales.
El primer principio del Kybalión es el mentalismo. Este concepto nos explica que el universo se encuentra en la mente. Todo lo que existe y percibimos tiene su realidad dentro del pensamiento del ser humano. Cada patrón o distinción que se aprecia en la vida solo existe en la mente.
El segundo principio es la correspondencia. En este nos explica como todo lo que parece ser complementado en realidad es lo mismo. El arriba es abajo y el abajo arriba. Podemos ver esto de forma más clara al ver un mapa del mundo moderno. Como es costumbre para todos, se ubica siempre el mapa ubicando el norte hacia arriba y el sur hacia abajo, más sin embargo, en el universo no existe el arriba o el abajo. Si imaginase que se encuentre en el espacio exterior, viendo hacia el mundo, el hemisferio norte se encontraría hacia arriba de su cabeza y el sur debajo de sus pies. Pero si diese una vuelta de forma que viera el hemisferio sur sobre su cabeza y el norte bajo sus pies, nada cambiaría, el mundo y el universo seguirían teniendo sentido y no se alteraría el orden de nada.
La vibración es el tercer principio y nos explica que todo en la vida está en movimiento siempre. Desde la galaxia que se mueve desde el inicio, como lo postula el “big bang” hasta cada molécula del suelo que pisamos. Este principio se confirmó por la ciencia al explicar que todas las moléculas y los átomos se encuentran en movimiento o vibrando, y esto lo percibimos como la temperatura.
El cuarto principio, la polaridad, nos dice que todo tiene dos lados o sentidos. Dos caras de la misma moneda, el bien y el mal, felicidad y tristeza, amor y odio, vivo y muerto.
El ritmo nos indica, como quinto principio, que cualquier cosa está siguiendo un camino o un ciclo, al cual lo hemos llamado también en otras culturas el ciclo de la vida.
Causa y efecto, es el sexto principio, una ley de Newton que se había postulado mucho tiempo antes que él lo publicase, nos confirma que todo aquello que sucede tiene una causa, y todo tendrá un efecto. Llamamos azar a aquello de lo cual desconocemos su causa.
Por último el Kybalión nos explica el género como séptimo principio, refiriéndose a la creación o generación de nueva vida. Postula que al unirse los elementos correctos, como ocurre con un hombre y una mujer se genera vida. De ahí que se le da el nombre a este principio.