El orgón fue un concepto acuñado por uno de los primeros psicoanalistas, Wilhelm Reich, uno de los discípulos más brillantes de Sigmund Freud. El orgón es una energía similar a la fuerza vital universal que aparece de forma recurrente en la ciencia y mística orientales y que Reich trasladó al campo de la ciencia occidental. Según Reich, existe orgón tanto positivo como negativo por todo nuestro alrededor y su flujo sería la causa tanto de dolencias (energía orgónica negativa – DOR) como de salud física y mental (energía orgónica positiva – POR).
Para ayudarnos a transformar y canalizar la energía orgónica negativa en positiva, Reich diseñó los dispositivos de orgonita, una sustancia fabricada básicamente con resina de poliéster, viruta de cobre y aluminio y cristales de cuarzo. Con la orgonita pueden fabricarse distintos dispositivos (pirámides, conos, cloudbuster, colgantes…) según dónde se quiere aplicar su efecto (habitaciones, alimentos, personas…).
Y la orgonita, ¿funciona?
Se puede encontrar una cantidad enorme de información en uno como en otro sentido. Desde publicaciones de escépticos radicales que se dedican a tratar de demostrar que las cosas que no pueden explicarse con los medios científicos actuales no sirven (sin tener en cuenta los efectos reales y constatables sobre las personas) hasta páginas de gente sin escrúpulos que se aprovechan de la desesperación de muchos enfermos para venderles orgonitas como la solución definitiva a todas sus dolencias. La verdad, como ya expresó Aristóteles, se encuentra en el término medio.
Existen innumerables testimonios de personas a las que las orgonitas han ayudado en mayor o menor grado. Algunos se han curado de ciertas dolencias crónicas como pueden ser migrañas, hipertensión o depresión. A otros les ha ayudado a dormir mejor, tener menores dolores menstruales, aumentar su deseo sexual o incrementar su capacidad de concentración. Muchas personas afirman que someter sus alimentos a la influencia de estos dispositivos les ha mejorado las alergias alimentarias o colon irritable y que los alimentos frescos se mantienen en buen estado durante más tiempo. Y no son pocos quienes afirman que ayuda a sus mascotas (¡y que éstas buscan la cercanía de las orgonitas!) y que sus plantas ornamentales o cultivos crecen más y mejor y no necesitan de pesticidas.
¿Cómo puedo probar su efectividad?
Conseguir dispositivos de orgonita es muy sencillo y económico. Pueden comprarse por Internet en cualquier parte del mundo y los precios pueden ir desde varios cientos de USD los dispositivos más grandes y elaborados, con inscripciones y placas simbólicas hasta unos pocos USD de los cloudbuster más sencillos pero igual de efectivos. Y no sólo eso: existen infinidad de tutoriales para elaborar uno mismo orgonitas con materiales baratos y muy sencillos de conseguir por lo que no hay excusas para no probarlas.